Hoy (26 de mayo del 2014) estuve dentro de una magistral
impartida por Karla Villegas, curadora e investigadora en arte y nuevos medios,
cuyo tema fue la Maquina Estética de Manuel Felguerez.
Manuel Felguerez Barra es una pintor y escultor
mexicano que estudio en “La Esmeralda” y
en la UNAM entre otras. En su búsqueda por experimentar dentro de sus dos
intereses, la pintura y la escultura, trabajo con diferentes expresiones
intentando mezclar estas dos. Entre ellas estuvo el muralismo y la tecnología.
Esta ultima lo llevo a la experimentación con los medios
tecnológicos para producir materia plástica.
Dentro de la Maquina Estética podemos toparnos con una serie
de problemáticas y cuestionamientos que hoy en día siguen vigentes. Los
conflictos éticos dentro del uso de la tecnología para el bienestar humano
siguen generando una serie de preguntas que no se vuelven mas fáciles de
resolver mientras la tecnología sigue avanzando. ¿Hasta que punto es correcto
darle a la maquina el poder de la conciencia para formular una voluntad que
pueda crear, incluso mas allá del arte?
Supongo que la idea del dualismo de la maquina y el cuerpo
pueden ser consideradas como iguales hasta cierto punto. Ambas están divididas,
ya sea código-maquina o cuerpo-conciencia. Sin embargo considero que esta
similitud no tiene ningún valor al analizar como es que ambas funcionan. La
maquina sigue siendo creada y codificada por la conciencia del ser. La conciencia
del ser es completamente autónoma.
Tal vez este bien dentro de algunos parámetros experimentar
con las nuevas tecnologías para el beneficio del ser humano, como la robótica o
la biomedicina. Pero por el otro lado
creo que el arte es algo propio de la condición humana. El acto creativo es
algo demasiado complejo como para que una maquina, dentro de nuestro tiempo por
lo menos, pueda duplicar.